domingo, 14 de agosto de 2011

Ya está casi...

Esta semana que termina ha sido la última de grabación del disco. Quedan un par de cosillas que haremos a la vuelta de las vacaciones. Casi nada.

Desde el Miércoles hasta el Viernes estuve en el estudio que tiene Carlos en su casa (“El castillo alemán”) grabando las voces y algún arreglo que se nos había quedado pendiente. El Viernes por la tarde se vino Txetxu a hacer los coros. Nos compramos unos cuantos litros de cerveza, y a medida que se acababan, se acababan las pistas pendientes de grabar para completar las sesiones. A las dos de la mañana me canté la ranchera (tenía que ir bañada un poco en alcohol), y a las cuatro Txetxu cerró la sesión con unos coros angelicales en el final del “Veranillo de San Miguel”

Al día siguiente me volví a Madrid (Carlos vive a las afueras) escuchando las premezclas en el coche. Creo que tengo un disco bonito entre manos. Estoy muy contento con el resultado y deseando soltarlo por ahí a que haga su vida. Creo que desde ayer hasta ahora mismo lo he escuchado unas diez veces (¿sólo diez?) Las más antigua de las canciones tiene tres o cuatro años. La más reciente tres o cuatro semanas. He elegido las diez que más me gustan y las he tratado lo mejor que he sabido para que quedasen lo mejor posible. Escuchar el resultado es muy emocionante.

Ojalá pudiera colgarlo esta noche para que alguien lo escuchase y me dijese qué le parece. Pero hay que grabar ese par de cosillas que faltan, mezclar, diseñar un libreto y una portada bonita, y enviarlo a fábrica para que me devuelvan lo que va a ser al fin mi primer disco, que espero que se haga un hueco en las vidas de alguna gente igual que tantos discos de otros se lo han hecho en la mía.

Todavía hay que esperar. Pero no mucho… Espero.

1 comentario:

  1. Hace bastante que tu música tiene un hueco.... qué gusto ver cómo disfrutas con tu disco.. ayuda a llevar la espera!! Muchas felicidades.. tienes un discazo en las manos, estoy segura.

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